miércoles, 23 de abril de 2014

SEGUIMOS CON LAS GESTIONES....(2)


CON EL PASO DEL TIEMPO Y TRAS COMPROBAR QUE EL COP ASTURIAS ORGANIZO UN ACTO SOBRE COACHING (COLABORANDO CON UNA ENTIDAD AJENA A LA PSICOLOGÍA: Federacion Internacional de Coaching)…LE ENVIAMOS OTRA CARTA-MAIL

Distinguido/a Sr./Sra.
Ramón Jesús Vilalta Suárez (COP Asturias, Oviedo)

Nos dirigimos a usted como máximo responsable de la gestión y las decisiones que se toman en su colegio y, en ese sentido, desgraciadamente, nos ha sorprendido; al habernos manifestado abiertamente su preocupación por el tema “coaching” y los efectos que sobre la disciplina y los profesionales de la psicología esta generando; que el colegio que usted dirige; no sólo no lleve a cabo acciones que defiendan nuestra disciplina contra ese tipo de movimientos (que esta dañando y perjudicando la imagen que tanto ha costado conseguir por parte de la psicología) si no que, por el contrario, colabore activamente con él, dando publicidad a un acto estrictamente ajeno a la psicología.
Sentimos que esa sea la política con la que usted gestiona este tipo de temas y esperamos que sea usted consciente de que este tipo de actuaciones perjudica al colectivo de psicólogos que usted representa y a la propia psicología.
Agradeceríamos nos pudiese explicar los motivos que le han llevado a actuar de esta forma.

Atentamente.

Plataforma Defensa Psicología

ESTA FUE LA CONTESTACIÓN QUE OBTUVIMOS:

Estimados Señores:

Para poder ofrecerles más explicaciones sería importante que su carta adjuntara al menos el nombre de una persona a la que poder dirigirme y que en ella se articulara dialécticamente en qué he cometido la supuesta contradicción que ustedes me achacan.

Advierto una contradicción en su discurso, pues consideraban al coaching como técnica estrictamente psicológica: "el coaching es única y exclusivamente  psicología"  -algo que comparto con ustedes casi al 100%- pero ahora parece que la entienden como algo "estrictamente ajeno a la Psicología".

Por ello, tengo el deber de reiterarles que desde la Junta de Gobierno de este Colegio compartimos su preocupación por el tema que nos exponen, que no consideramos ajeno a la Psicología ni a los psicólogos.

Atentamente

Ramón J. Vilalta Suárez
Decano del COPPA


A LO QUE NOSOTROS CONTESTAMOS:

Distinguido Sr.
Ramón J. Vilalta Suárez
Decano COP Asturias

Nos va a permitir que para que pueda entender nuestra postura en relación a este tema le adjuntemos un archivo que, uno de los miembros de la plataforma hizo hace ya bastantes años denunciando la situación y que gustosamente nos ha dado su permiso para utilizarlo en casos como el que nos ocupa, y; dada la situación presente, sigue teniendo una vigencia muy actual. 
Como ya le comentamos en el primer escrito que le enviamos : "El hecho es que el “coaching” es única y exclusivamente  psicología. Consiste en hacer asesoramiento psicológico en cualquiera de los ámbitos del rendimiento, la mejora personal, la gestión de recursos humanos de cualquier tipo; e incluso en el ámbito de la salud. Los anglosajones, por cierto,  siempre  lo habían denominado “counselling”."
Por tanto, coaching es psicología pero Psicología es más que Coaching.
Precisamente por este motivo nos sorprendió que el COP que usted gestiona y dirige diese publicidad de un acto organizado por un organismo (Federacion Internacional de Coaching) que no sólo no tiene nada que ver con la Psicología, si no que como le hemos comentado, resulta que podría ser considerado intrusismo para la Psicología y creemos esta perjudicando  en muchos ámbitos la imagen de la propia Psicología.

Atentamente

Plataforma Defensa Psicología 


Y LE ADJUNTAMOS EL ESCRITO:


Coaching una manera fascinante de hacer psicología sin ser psicologo
LA PSICOLOGIA FUENTE INCESANTE DE INSPIRACION PARA AQUELLOS QUE QUIERAN GANARSE LA VIDA CON LAS PREOCUPACIONES DE LOS DEMAS".
El asesor personal tiene un rol profesional que muchas personas de diversa formación aspiran a retener. Sin embargo, la comprensión que estas personas tienen de la psicología, acostumbra a estar sesgada en función de sus intereses, que como tales pueden ser legítimos, pero quedando muy lejos del objeto de estudio de la psicología.
Las pretensiones explicativas, que cualquier ciencia debe tener, respecto a los aspectos funcionales de la realidad que le son propios, quedan en la psicología lamentablemente cada vez más lejos de la aplicación. Así algunas personas creen que la prioridad de aplicación de la psicología es exclusivamente la resolución de problemas.
De este modo, estas personas pueden asignarse un terreno de intervención alejado del "problem solving", mientras practican un triple juego poco limpio con la psicología:
1.    Por un lado utilizan toda clase de elementos del conocimiento que son  propios de la psicología.
2.    Por otro lado niegan estar haciendo psicología aplicada.
3.   Finalmente, pretenden restringir el papel de intervención de la ciencia psicológica a la casuística patológica y a los procesos implicados en la misma.
El “coaching” i la “filosofía práctica” son un par de ejemplos de pretendidas disciplinas a las que se suscriben una nueva estirpe de consejeros del alma.

ENTRENADORES PARA CASI TODO
Desde mi punto de vista la explosión del “coaching” fuera del ámbito deportivo tiene cierta similitud con la expansión que experimentó la psicología del deporte en España, en el transcurso de los años inmediatamente previos a 1992. La proximidad de unos Juegos Olímpicos focalizó muchas inversiones en el deporte. Al mismo tiempo, el propio deporte adquirió, como concepto, un valor, que incluso podríamos considerar exagerado si lo comparamos con la atención social que tradicionalmente había recibido. De hecho, al transcurrir los años, cabe considerar si aquel auge de la psicología del deporte, no fue en realidad más que un aumento en la oferta de psicólogos que pretendían dedicarse al campo del deporte. Siendo justos y rigurosos, los Juegos de Barcelona’92 comportaron la creación de estructuras organizativas a diferentes niveles que, al fin y al cabo permitieron un aumento en la implantación de ciertos profesionales en el ámbito deportivo; y entre estos por supuesto, los psicólogos.
Así mismo muchas de las personas, que en aquel momento vieron la oportunidad de progresar personalmente y profesionalmente en la práctica de la psicología, cayeron en la trampa de pretender dar satisfacción a la demanda del mercado; la cual era entonces como ahora, lograr el éxito deportivo.
Como resulta obvio, el psicólogo en su papel de formador, ya sea como consultor, asesor o entrenador, nunca puede implicarse directamente en el logro de un objetivo de resultado. La razón, también obvia, es que la obtención de un resultado en cualquier ámbito del rendimiento humano depende de una multiplicidad de factores de índole muy distinta, algunos de los cuales el psicólogo no controla o incluso desconoce.
Con el paso del tiempo, las inversiones en el mundo del deporte se retrajeron y la utilidad del psicólogo del deporte empezó a ser considerada con mayor realismo. El psicólogo no era la solución directa a los problemas de falta de rendimiento. Además, muchos profesionales con experiencia, provinentes de otras ramas de la psicología no consiguieron penetrar en el lenguaje y en la forma de entender la realidad de aquellos que son los protagonistas en ese mundo: Los deportistas y los entrenadores.
Hoy en día, como siempre, la psicología como ciencia busca nuevos campos de desarrollo; pero como actividad profesional lo que busca son nuevos mercados hacia donde expandirse. La expansión en dirección al mundo de la empresa no es nueva. Los climas laborales, los procesos de selección de personal y de “head hunting” y, en definitiva, la gestión de los recursos humanos, son tópicos de la psicología aplicada al trabajo y a las organizaciones empresariales.
Aún así, después que los psicólogos accedieran a las empresas como proveedores de servicios de gestión, ha aparecido la tendencia a llegar hasta el nivel personal de los propios empresarios, administradores y cargos con decisión ejecutiva. Ofrecer servicios de asesoramiento psicológico personal sobre este nuevo tipo de público diana reclamaba, por parte de los psicólogos, una operación de marketing adecuada. Una operación que permitiera maquillar la imagen de la psicología de sus estigmas populares en relación a la salud mental.
Para el cliente individual la imagen de la psicología sigue estando vinculada a la psicopatología y a los trastornos mentales de algún tipo. Ir al psicólogo, en general, no es una nota de prestigio social, tal como aparece en algunas películas. Al contrario, ir al psicólogo continua  suponiendo un prejuicio en el sentido de no ser suficientemente capaz de resolver los propios problemas. ¡Sin embargo ir al “coach”, eso ya es otra cosa!.
El “coach” personal es un asesor enfocado hacia la optimización de aspectos relacionados con la productividad y el rendimiento personal, como por ejemplo, la toma de decisiones y el manejo del estrés derivado de las situaciones laborales. Así, acudir a un “coach” no sólo puede ser algo socialmente más aceptable, si no que puede ser muy recomendable; ¡y quien sabe si incluso un gasto justificable con cargo al presupuesto de la empresa destinado a formación!.
En cierto modo, los psicólogos como profesionales hemos dado otro paso. Ahora algunas personas con cierta relevancia social e influencia, por motivo de los cargos que ostentan, ya “reconocen” que tener problemas es algo normal; e incluso lo es el no saber como afrontarlos todos sin ayuda o formación específica. Es la psicología de la normalidad, la cual por cierto, siempre ha existido.
Observemos otro detalle alrededor del estigma “paramédico” o “parapsiquiátrico” de la psicología. ¿Es que acaso el psicoterapeuta clínico no actúa como un coach con sus pacientes?. Que yo sepa, los psicoterapeutas no proporcionan a sus pacientes principios activos para el cambio de sus conductas que estén desvinculados de las decisiones conscientes del propio paciente. ¿Cómo se puede “administrar” un principio activo psicoterapéutico sin contar con la colaboración del paciente?. Los únicos principios activos que se proporcionan a los pacientes psicopatológicos, capaces de operar cambios sin contar con la decisión consciente de los pacientes, son los psicofármacos; y como es bien sabido, los que los proporcionan son los médicos, preferentemente especializados en psiquiatría.
Así puestos, los psicoterapeutas, al fin y al cabo no hacen si no entrenar a sus pacientes en la adquisición o modificación de los recursos, ya sean de tipo evaluativo o de afrontamiento, de las situaciones conflictivas.
Pero volvamos a la empresa. El “coaching” no es más que psicología aplicada a una demanda más o menos estructurada, que no es poco. La esencia, los fundamentos y los paradigmas funcionales que utiliza son los de la psicología; y la apariencia específica de sus procedimientos sólo viene dada por un par de aspectos, los cuales, eso si, son importantes para conseguir la penetración en el mercado, aunque a la postre irrelevantes para su comprensión como disciplina:
·      La adaptación del lenguaje al cliente potencial. Un lenguaje muy nutrido de conceptos provinentes de la economía, el marketing, la publicidad, las relaciones laborales, el derecho, etc.

·      La “pretendida” adaptación de los procedimientos de trabajo y de los niveles de intervención en función de las posibilidades del cliente y el tipo de demanda.
Así mismo, el “coaching” como, digamos “movimiento profesional” ha tenido especial cuidado en no prometer resultados como producto de su intervención, en términos de por ejemplo, productividad empresarial. Un error que, como ya se ha comentado, si cometieron algunos psicólogos del deporte hará unos diecisiete años. El “coaching” vende los beneficios del “crecimiento personal” y por ello propone un modelo de intervención aparentemente no directivo, basado en el diálogo socrático y en el autodescubrimiento inducido por el coach. Es decir, formas de trabajo tan antiguas como el Partenon y mil veces utilizadas por psicólogos dedicados a todos los ámbitos de aplicación de la psicología posibles, desde el deporte a la clínica.
Todo ello ofrece un aspecto bastante curioso, dado el contraste entre la profusión de términos empresariales y de anglicismos asociados al mundo de la economía y la empresa, chocando con mensajes propios de la reestructuración cognitiva de creencias desadaptativas y con metáforas de la lógica estratégica. Es como vender procedimientos de trabajo sin plazos ni objetivos operativos en mitad del huracán de la demanda permanente de resultados del mercado. De hecho, con perdón por la caricatura, me parece estar viendo a Sócrates deambulando con su túnica hecha harapos, asesorando a los inversores de Wall Street.
Lo que yo me pregunto es: Si lo que se está vendiendo en definitiva es psicología, tanto del ámbito educativo como de la salud; ¿por qué no se presenta con la firme intención de “hacer” psicología?. ¿Por qué no se presenta bajo formas de trabajo, que aunque estén más o menos adaptadas al entorno, acontecen de forma clara y directa desde los principios básicos de la psicología?. Quizás así, de paso, podríamos llamar a las cosas por su nombre, o al menos por un nombre que resulte inteligible. Por ejemplo, llamar “objetivos” a los objetivos y “estrés al estrés”, utilizando conceptos amplios y de la comprensión general de casi todo el mundo, como “afrontamiento”, “concentración”, “creencias”, “cohesión de equipo”, etc.
La psicología ha tenido una historia fulgurante, si la comparamos con la mayoría de disciplinas científicas, pero su consolidación como ciencia básica aún no es entendida por muchos sectores científicos. Simplificando enormemente la cuestión, esto es debido a que cada nueva escuela de psicología, casi cada psicólogo, ha pretendido reinventar un nuevo lenguaje adecuado a un nuevo modelo explicativo de la conducta global de los individuos, o al menos de parte de ésta. Por ejemplo, sólo hay que ver como se define diferenciadamente aquello que llamamos “motivación”, “compromiso”, “pulsión”, “drive”, etc.
 Una lista de casi sinónimos que frecuentemente adquieren un sentido figurado dentro de un modelo explicativo de la realidad. Un fenómeno especialmente propio de las tendencias cognitivas y mentalistas que acaba provocando que la realidad sea sustituida por la metáfora del modelo que pretende explicarla. Una suerte de perversión del lenguaje que nos acaba remitiendo a una comprensión sobrenatural de la realidad; tendiendo a crear más mitos antes que conocimiento científicamente válido.
Claro que, cuando de lo que se trata no es dar lugar a conocimiento científicamente válido, si no dar lugar a productos que se adapten al mercado (cosa que hay que decir que es perfectamente legítima) entonces no hace falta si no inventar conceptos, estructuras y juegos de artificio que nos confieran una apariencia de especificidad, de novedad y de valor añadido al producto. ¿Cómo, si no, se podrían vender con sello de exclusividad obviedades como las siguientes?: Un equipo es una creación consciente de personas comprometidas con una meta  específica".

¡Evidentemente que lo es!. Pero quizás deberíamos preguntarnos si esta es la mejor manera de definirlo. ¿Qué significa que es una creación?. ¿No sería, más bien una estructura o una forma básica de organización humana?. ¿Por qué se fundamenta la existencia del equipo en el hecho de que sea consciente?. ¿Pueden diferentes personas actuar como equipo sin tener conciencia de tal equipo?. Quisiera advertir que, aunque la toma de conciencia es un elemento clave entre los principios activos de la intervención psicológica, desde un punto de vista de manejo de contingencias (o si se quiere más conductista), lo que se pretende normalmente es que la conducta sea la “propia de un equipo”. Y para ello no es necesario justificar la necesidad de “construir conscientemente” este tipo de organización. Así lo hacen, por ejemplo, los grandes entrenadores de equipos deportivos. Su gente es un equipo por que funciona con arreglo a los estandars de un equipo; no por el hecho de que se consideren a sí mismos un equipo. De hecho, ni que decir tiene que son muchos los grupos que “se consideran conscientemente un equipo” aunque su actuación queda muy lejos de ser la propia de un equipo.
Pero claro, resulta mucho más encantador el lenguaje turbio de las “creaciones conscientes” y otras figuras retóricas que permiten un halo de ambigüedad y; ¿por qué no?, de mística. Muy adecuado, si lo que vendemos es precisamente “el encanto” de los conceptos, de la misma manera como lo hace un spot televisivo de colonia.
De todos modos, personalmente, no tendría ningún inconveniente en que se hicieran las cosas de este modo, si no fuera por el pequeño detalle de que lo que se está vendiendo, o es psicología pura y dura bajo otro nombre, o es “algo” que pretende relevar a la psicología de parte de su rol social y de su lugar en el mercado laboral. Y lo que es más grave, pretende hacerlo sin el más mínimo indicio de rigor ni consideración hacia la posición del conocimiento científicamente validado.
Como es lógico, para hacer algo así, conviene desmarcarse de la imagen de la psicología; y muy especialmente de la cuotas éticas a las que está sujeta la ciencia. Para hacer algo así hay que ser “coach” o “asesor filosófico” o cualquier otra cosa que nos permita practicar la psicología aplicada prescindiendo de las ataduras deontológicas y, si fuera necesario, sin estar titulado en psicología.
Por lo tanto, y a tenor de todo ello, parece claro que la tendencia a “inventar psicologías” persiste hoy en día; pero quizás ya no movida como antaño por la voluntad de conocimiento, si no por la necesidad de crear tecnología que se pueda colocar en el mercado.
Ningún modelo explicativo de la realidad surgirá jamás del “coaching”, de la misma forma que no surgirá de la psicología del deporte, por la sencilla razón que, los paradigmas fundamentales de la psicología, las variables que afectan a los seres vivos en ese nivel de la conducta, son los mismos, con independencia de donde esos seres vivos desarrollen su historia de relación con el entorno. Es por ello que afirmamos que la psicología es una ciencia básica, los principios de la cual son aplicables a la educación de niños discapacitados, a la organización de módulos de aprendizaje, al alivio de los trastornos emocionales, a la facilitación del rendimiento de personas u  organizaciones y a un largo etc.

En definitiva, para ejercer de “coach” es necesario conocer y entender los paradigmas y modelos teóricos básicos de la psicología. Esto es lo que permitirá al profesional llevar a cabo una práctica suficientemente ecléctica y adaptada al ámbito de aplicación, en el lenguaje  y los procedimientos, a favor de la eficacia de su intervención.
Este conocimiento se adquiere, probablemente no de manera suficiente, pero inexcusablemente mediante la obtención del grado de licenciatura en psicología. De otra manera el “coaching” queda reducido a un producto de impacto, un poco esnob, consistente en hacer de psicólogo sin serlo. Tengo entendido que a esto se le denomina intrusismo.
Sin duda alguna mis argumentos parecerán corporativistas, lo cual puede ser debido con toda probabilidad a que son corporativistas. ¿Cómo podría ser de otra manera cuando estamos hablando de personas que intervienen con la pretensión de ayudar a resolver problemas (mayoritariamente de rendimiento personal, laboral y empresarial), bajo premisas como las siguientes?. Por ejemplo: “Aprender consiste en una reformulación de que es lo que hay que aprender para recuperar la alegría, gratitud y paz.[1][1]
Quizás estaríamos de acuerdo en el hecho que, tan aprendizaje es el que está referido a la adquisición de recursos, como el que está referido a cambios en la perspectiva cognitiva con que evaluamos las situaciones. Ahora bien, tomar el concepto “aprendizaje”, el cual resume la esencia misma de la psicología como nivel funcional cualitativamente diferenciado de la conducta física o fisiológica (la psicología es aprendizaje); y reducirlo a una “reformulación” (concepto difuso sin potencia explicativa alguna), para lograr estados finalistas  consistentes en "alegria, gratitud y paz". Esto se puede calificar de doctrina en el peor de los casos, o de buenos deseos en el mejor, pero en ningún caso de aplicación del conocimiento científico.
Por cierto, retomando brevemente los aspectos corporativos; la formación de un “coach” tiene que estar certificada por algún tipo de academia de “coaching”, la cual tendría que ser preferentemente americana, por aquello que decíamos del “encanto” del producto. Veamos la formación que los “coaches” afirman que deben tener y como definen su rol profesional: ¿Cómo aprenden los “coach”?. Leyendo libros de otras disciplinas como filosofía, espiritualidad, cosmología, ciencia, negocios, literatura de diferentes culturas para evitar la trampa de leer sólo sobre coaching. El coach se constituye en un observador continuamente deslumbrado ante el misterio y la magia que el universo y la vida revelan[2][2]. ¡Sobran comentarios!.
Hagamos ahora un ejercicio de imaginación y pensemos en lo que representaría la aparición en el mercado laboral del “biocoach”. Una nueva figura destinada a asesorar a individuos, empresas o familias sobre como afrontar las decisiones relativas a la salud. El “biocoach” pertinentemente formado por la correspondiente “academia americana de biocoaching” y con su diploma bajo el brazo, se permitirá atender a sus clientes asesorándolos para que, por supuesto, tomen sus propias decisiones en materia de salud. Por ejemplo: ¿Con que especialista médico debería tratar mi problema, con el endocrino, el experto en nutrición o el psiquiatra?; ¿me sale realmente a cuenta operarme de mi dolencia?; ¿debo vacunarme de la gripe este año?; ¿qué previsiones anuncian los datos epidemiológicos para este otoño?...
Quizás este ejemplo pueda parecer ridículo, pero seguramente al Colegio Oficial de Médicos, encargado de velar por los intereses de la profesión le parecerá algo más que ridículo. Bien, pues esto es el coaching a la psicología.



A LO QUE OBTUVIMOS COMO RESPUESTA:

Estimados Sres.:

Siguen Uds. sin firmar sus escritos, entre tanto no se molesten en enviarme más mensajes. Por cierto, tampoco sabemos de quién es el escrito que Ud. adjunta.

Un cordial saludo.


Ramón J. Vilalta Suárez
Decano del COPPA

ESTA Y ESTA FUE NUESTRA RESPUESTA:

Sr. Ramon Vilalta
Decano COP Asturias

Con todos nuestros respetos hacia su persona, debemos comunicarle que  todos los escritos que le hemos enviado han sido firmados, puesto que como podrá comprobar en todos ellos la autoría de los mismos es de la Plataforma en Defensa de la Psicología y, en ese sentido, el origen y desarrollo de cualquier plataforma tiene como fuente inicial no tener personalismos.
De igual forma, el artículo que le adjuntamos es tal como el autor lo hizo llegar, en su momento inicial,  a diferentes personas advirtiendo, en aquellos momentos de ese peligro para la psicología.

Dicho lo cual,  sentimos que usted considere más importante quién o quienes somos o quien es el autor del artículo más que el contenido del tema que nos ocupa porque esa debería ser la máxima preocupación (que es la nuestra), dado que como le hemos ido comunicando, usted, dado el cargo que ocupa, al igual que el resto de los decanos, deberían gestionar ese tema para defender nuestra profesión.
Atentamente.
Plataforma Defensa Psicología 



Y ATENTOS PORQUE SEGUIREMOS COLGANDO INFORMACIÓN!






martes, 1 de abril de 2014

INICIAMOS PRESENTACIÓN GESTIONES….




ADVERTENCIA: Para conseguir que los lectores de este blog tengan la dosis adecuada de información que permite un análisis apropiado de la misma; hemos decidido establecer cinco bloques de información, a saber: a) gestiones con Decanos COP, b) gestiones con Decano CGCOP, c) gestiones con Coordinador División Nacional Psicología del Deporte y la Actividad Física y, d) gestiones con decanos de Facultades de Psicología y e) gestiones con Presidente Conferencia Decanos Facultades de Psicología , que os iremos presentando con la temporalidad que puede suponer la lectura de cada bloque de información.

a)    Empezamos con gestiones con Decanos COP y tenéis: a) carta-mail que se le envío a todos y cada uno de los decanos de COPs (para vuestra información son 23 Delegaciones COP) y como habréis comprobado en el cuadro informativo de la anterior entrada dicha carta-mail se reenvio hasta en tres ocasiones a aquellas delegaciones que no contestaron.


Distinguido/a Sr/Sra.
DECANO/DECANA…….
Dice el prestigioso y mediático Giorgio Nardone, en el prólogo del libro de Roberta Milanes y Paolo Mordazzi, “Coaching Estratégico”1:
“El coaching es un término tomado del ámbito deportivo que hace referencia a la actividad, en la cual un experto guía al atleta, en el caso del deporte, a expresar su mejor talento haciéndole superar bloqueos emocionales, dificultades de aprendizaje o simplemente enseñándole técnicas evolucionadas”
De cualquier manera el “coaching” tal como se entiende hoy en día, no es si no un concepto de moda entre el público susceptible de utilizar los servicios de la psicología aplicada.
El hecho es que el “coaching” es única y exclusivamente  psicología. Consiste en hacer asesoramiento psicológico en cualquiera de los ámbitos del rendimiento, la mejora personal, la gestión de recursos humanos de cualquier tipo; e incluso en el ámbito de la salud. Los anglosajones, por cierto,  siempre  lo habían denominado “counselling”.
El asesoramiento psicológico ha existido desde los orígenes de la psicología  en tanto ésta fue considerada ciencia y profesión. Y de hecho,  podríamos decir que, incluso mucho antes. No obstante, hoy en día, las personas capacitadas por su formación, no solamente a nivel técnico, si no también deontológicamente, para realizar ese asesoramiento psicológico son los psicólogos. Así denominados por haber obtenido la correspondiente titulación en la universidad española de: Licenciado en Filosofía y Letras (Sección Psicología), Licenciado en Psicología o Graduado en Psicología.
Por este motivo podemos considerar que todas las personas que hacen asesoramiento psicológico, bajo el nombre del últimamente denominado “coaching”, sin estar en posesión de alguna de esas titulaciones anteriormente citadas  están incurriendo en intrusismo profesional. Y como tal, el colegio profesional de psicólogos tiene la obligación de perseguirlo para defender los intereses del colectivo de psicólogos.
Por este motivo, actuaciones de los colegios profesionales colaborando (con cursos,  seminarios,…) en la divulgación del “coaching” no sólo no contribuyen a la defensa del colectivo de psicólogos si no que; como el caso de colegios oficiales como el de Cataluña, Madrid o Valencia,  que han promovido la iniciativa de emitir una acreditación de experto en “coaching”; contribuyen a dar el definitivo reconocimiento oficial al “coaching” como si de una nueva disciplina psicológica se tratase. Reconocimiento que no debería haber llegado nunca.
Sobre todo porque el “coaching” no es ninguna disciplina! Únicamente es un producto de impacto inventado, para que algunas personas, del todo ignorantes tanto en los principios de la psicología, como de los aspectos metodológicos y deontológicos de su práctica, puedan actuar como psicólogos sin poseer la titulación pertinente.
1 (2008). Barcelona: Herder
A todo ello podemos sumar que el movimiento del “coaching” tiene la pretensión corporativa, a través de títulos como “International Coaching Certified”, de determinar cuáles han de ser y cuáles no, las competencias de la psicología. Aspirando, como decíamos anteriormente, a considerarse como una disciplina diferente a la psicología.
Por todo lo expuesto anteriormente, era de esperar que el Colegio Oficial de Psicólogos trabajase en la dirección de reducir el coaching a la misma práctica profesional de la psicología; y desautorizase cualquier otra fuente de certificación que no fuese la preceptiva titulación de Licenciado en Psicología. Eso significa luchar contra el intrusismo profesional.
En lugar de ello,  muchos profesionales de la psicología constatan con perplejidad como no sólo no se lucha, desde el colegio, contra ese intrusismo si no que se colabora en su divulgación, otorgando de esta forma carta de naturaleza a dicho intrusismo, como si se admitiese que el “coaching” es un competidor en igualdad de condiciones con la psicología.
Por ello, cuando los colegios profesionales potencian entre sus colegiados la formación en “coaching” transmiten un mensaje gravísimo porque esta atentando contra la esencia del conocimiento en psicología, en tanto en cuanto están transmitiendo entre los propios psicólogos que el “coaching” es algo diferente a la psicología.
Por estos motivos los colegios deberían, por un lado, luchar contra ese intrusismo, como parte de una de las obligaciones de cualquier colegio profesional, y por otro lado, no colaborar en proponer una formación dirigida a los psicólogos, porque dicha formación ya la tienen adquirida dentro de su formación académica conducente a la obtención de la correspondiente titulación.
Por todo ello, nos dirigimos a usted como decano/a del colegio profesional al que representa para que tenga en cuenta dichas consideraciones y contribuya, con las medidas que considere oportunas, desde el cargo que ocupa a la defensa de esta disciplina llamada Psicología.
Atentamente
Plataforma Defensa Psicología


CONTESTARON:

1) COP MADRID

Estimado/a,
Por indicaciones del Decano, Fernando Chacón, les instamos a que personalmente les pueda explicar la postura que tiene este Colegio con respecto al Coaching. Por tanto, si lo desean, el Decano estará encantado de atenderles en una entrevista personal.
Saludos cordiales.

Carmela Hernández
Secretaría
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Cuesta de San Vicente, 4 - 6ª Pl.
28008 Madrid
Fax:   (+34) 91 559 03 03 
 

ESTA FUE NUESTRA CONTESTACIÓN:

A la atención de:
Fernando Chacón Fuertes
Decano COP Madrid
En primer lugar, agradecerle su respuesta a nuestro correo y; en segundo lugar, todo y que estaríamos encantados de poder reunirnos con usted, creemos que son los hechos y las acciones las que indican la postura ante temas como el que nos ocupa. Por ello,  esperamos que desde el cargo que usted ocupa, y a los diferentes niveles de influencia en los que usted se mueve, sea capaz de llevar a cabo aquellas acciones que persigan la defensa de esta nuestra disciplina.
Atentamente
Plataforma Defensa Psicología

2) COP ASTURIAS

Recibido su escrito le comunico que desde este Colegio compartimos su preocupación por el tema que nos expone.

Atentamente.


Ramón J. Vilalta Suárez
Decano del COPPA


ESTA FUE NUESTRA CONTESTACIÓN:

Ramón J. Vilalta Suárez
Decano del COPPA
Agradecemos su rápida respuesta y nos congratulamos de que nuestra preocupación para con este tema, también sea la suya. Es por ello que, esperamos que desde el cargo que usted ocupa, y a los diferentes niveles de influencia en los que usted se mueve, sea capaz de llevar a cabo aquellas acciones que persigan la defensa de esta nuestra disciplina.
Atentamente
Plataforma Defensa Psicología




COMO DIJIMOS QUE IBAMOS A SER ASEPTICOS:
Debemos decir que obtuvimos otra contestación que fue del COP Santa Cruz de Tenerife y fue esta:

3) Éste es un mensaje automático que confirma la recepción de su mensaje
Daremos respuesta al mismo lo antes posible

Ilustre Colegio Oficial de Psicología
de Santa Cruz de Tenerife

Teléfono: 922.289.060 - Fax: 922.290.445




NOTA (No volvimos a obtener esa respuesta prometida –y este colegio entro en la lista de reenvío de esa carta-mail y tampoco hubo respuesta a los reenvios)



SEGUID ATENTOS QUE EN BREVE OS CONTINUAMOS PRESENTANDO LA INFORMACIÓN.